El Feng Shui es una filosofía originada en China hace 3.500 años que nos aporta unas normas que pueden cambiar por completo cómo nos sentimos en nuestra casa y en el lugar de trabajo. Si bien es cierto que los muebles pueden ser bonitos, prácticos e indispensables, también pueden cumplir una función imperceptible a primera vista: aportar energía positiva. Se trata de conseguir que la colocación en el espacio, los colores, los elementos representados a través de los materiales interactuen de una forma fluida.
La Filosofía del Chi
Según la antigua filosofía china,Chi significa, literalmente, “fuerza de la vida”. La energía que nos mueve para ser, hacer y vivir fluyendo a través de nuestro cuerpo que, en su estado natural, nos equilibra de una forma perfecta. Del mismo mode podemos imaginar esta energía vital en las casas como una corriente de aire que entra por las ventanas y puertas, se mueve por los pasillos y respira en cada una de las habitaciones.
El Feng Shui nos aporta ese equilibrio para conseguir que la energía Chi fluya de una forma determinada en nuestro hogar. Esta energía deberá circular de una forma equilibrada: ni demasiado rápida, ni demasiado lenta. La suavidad, en este caso, es la clave.
Pequeños detalles pueden hacer que aumente tu comodidad y bienestar en tu casa o lugar de trabajo
Asegúrate de que puedes abrir y cerrar las puertas sin problemas, incluidas las de los armarios, que puede que no se abran completamente debido a la ropa que hay colgada en ellos.
Si no hay ventana en el cuarto de baño, coloca un espejo en la pared opuesta al lavabo. Se dice que aumenta la circulación del aire.
Nunca diseñes o compres una casa con el cuarto de baño ubicado en el centro, porque absorberá toda la energía.La puerta de la entrada principal nunca debe estar frente al baño. En ese caso, mantén siempre la puerta del baño cerrada, y coloca un espejo del lado exterior de la misma. De hecho es siempre una buena idea tener siempre bajada la tapa del inodoro y la puerta del baño cerrada, independientemente de la ubicación que tenga.
No coloques tu cama bajo un techo con grietas, y no duermas bajo vigas a la vista.
Elimina todo el desorden de tu casa, tu lugar de trabajo y tu trastero.
Siempre debes tener espacio sobrante, ya sea en la estantería de los libros, en el armario, en el vestidor o en la nevera.
Coloca papeleras donde las necesites, tanto en tu casa como en el trabajo. Cada mañana o cada noche, vacíalas todas.
Repara, reemplaza o descarta todo lo que esté roto o dañado en tu casa o en tu lugar de trabajo
“Tener consciencia sobre el espacio que habitamos para sentirnos mejor.
Fluir con él para dar paso a la armonía:
una armonía que empieza en el ambiente y la decoración para traducirse
en un estado interno de bienestar”.
Mamen Lucas
Ona Daurada
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