¿Qué queremos decir con «miedo»?

 

El miedo se presenta cuando nuestra comprensión de la vida de relación no es completa. La relación no se refiere solamente entre dos personas, sino entre nosotros y la naturaleza, entre nosotros y la propiedad, entre nosotros y las ideas; mientras no comprendamos esta relación completamente, habrá miedo. La vida es relación. Ser es relacionarse, y sin relación no hay vida. No puede existir nada en el aislamiento; mientras la mente busque aislamiento, habrá miedo. El miedo no es una abstracción; sólo existe en relación a algo.

Tenemos miedo de no ser de no llegar a ser. Ahora bien, cuando hay miedo de no ser, de no avanzar o miedo a lo desconocido, este miedo no puede ser superado por una determinación,  por una conclusión, por una elección. La simple supresión, la sublimación o la substitución crean resistencia. Por tanto el miedo no puede ser superado por medio de ninguna disciplina, por medio de ninguna forma de resistencia.

 

 

¿Tenemos miedo de un hecho o de una idea sobre el hecho?

Si tomamos como ejemplo la muerte, ¿Tenemos miedo a la muerte o a la idea de la muerte? El hecho es una cosa y la idea sobre el hecho, es otra. ¿Tenemos miedo a la palabra o al hecho en sí? Si tenemos miedo a la palabra, a la idea, nunca comprenderemos el hecho. Es únicamente cuando estamos en completa comunión con el hecho que no hay miedo, y no hay una comunión con el hecho mientras tengamos una idea, una opinión, una teoría sobre el hecho.

El miedo es obviamente el resultado de la denominación, del etiquetado, de la proyección de un símbolo para representar un hecho. El miedo no es independiente de la palabra, del término.

 

 

¿Cómo podemos liberarnos del miedo?

Pongamos el caso de la soledad, o dicho de otra manera, me da miedo no ser nada. ¿Tengo miedo del hecho mismo o este miedo se despierta porque tengo un conocimiento previo del hecho? Este conocimiento es la palabra, el símbolo, la imagen.

Cuando estoy cara a cara con el hecho, en directa comunión con él, puedo contemplarlo, observarlo; por lo tanto, no hay miedo al hecho. Lo que causa el miedo es mi aprensión sobre el hecho, aquello que podría ser o realizar el hecho.

Es la mente, que es el proceso de pensar, la que crea el miedo. Pensar es verbalización. No se puede pensar sin palabras, sin símbolos, sin imágenes; estas imágenes, que son los prejuicios, el conocimiento previo, las aprensiones de la mente, se proyectan sobre el hecho, y surge el miedo.

Se está libre del miedo únicamente cuando la mente es capaz de contemplar el hecho sin interpretarlo, sin ponerle un nombre, una etiqueta. Es difícil porque los sentimientos, las reacciones, las angustias que tenemos, inmediatamente son interpretadas por la mente y reciben una palabra, una denominación.

Si uno quiere estar completamente libre del miedo, es esencial comprender este proceso entero de denominación, de proyectar símbolos, imágenes, poner nombre a los hechos.

Se puede estar libre del miedo si hay conocimiento de uno mismo.

El conocimiento de uno mismo es el principio de la sabiduría

y la sabiduría es el final del miedo. 

Fuente: Jiddu Krishnamurti

Imagen: Agata Wierzbicka

Núria Batlle

Ona Daurada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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