¿Se puede conocer la realidad?

La realidad absoluta es trascendente e inmanente a la vez, de las realidades relativas. Pero no hay ningún acceso instrumental o metódico hacia ella, porque del estado dividido de la conciencia vigílica solo parten caminos relativos que engendran relatividad. Ni los sentidos, ni la razón ni nada imaginable capta la realidad, desconocida siempre para la mente pensante. Y es natural que así sea pues todo instrumento interpreta al percibir una parte de lo real, adaptada a su capacidad.

De ahí que toda forma de conocer sea parcial y que todo conocimiento o percepción sea origen de apariencias como la experiencia en los estados de vigilia y de sueños. Pero la realidad no puede ser captada. No se puede conocer aunque la somos, aunque todo la es.

El ser humano a través de sus instrumentos cognoscitivos, crea realidades relativas empíricas o racionales; se sumerge en un mundo de relaciones de otras relaciones sin fin; y cree que su experiencia es la realidad. Esta creencia, y no la realidad, es ilusoria, según la metafísica sankariana.

Siempre que se investiga sobre la realidad se debería tener en cuenta que no es lo mismo pensar o sentir que ser. Y sólo es posible el acceso a la realidad por una vía: siéndola. Es una “toma de conciencia” realizadora. Aquel que contempla la realidad se va diluyendo, se transparenta en ella hasta fusionarse en la realidad única.

Grados de Realidad

Los distintos grados de realidad son en verdad grados de apariencia. Pertenecen a la experiencia dual del mundo fenoménico. Lo que no es la vivencia de unidad de conciencia en lo absoluto se vive como diferentes niveles de apariencia en el estado de vigilia y en el de sueño con ensueños que crean diversas realidades relativas.

La verdad ontológica es que sólo hay una realidad: la conciencia indefinible e impensable. Mientras que todo objeto de conciencia, a través de los diferentes estados duales, es irreal ontológicamente hablando. Aunque puede decirse que se trata de una realidad relativa al nivel de conciencia que la crea.

Para distinguir las realidades de las fenoménicas de las falsas como un espejismo, Sankara, a partir del conocimiento racional, encuentra tres grados de realidad:

  • Pāramārțika: realidad absoluta “uno sin segundo” (ekamevā dvitiyam). En ella no hay diversidad, no hay cambio, no hay limitación. Es pura conciencia en sí, no dual. Es Brahman, lo Absoluto.
  • Vyāvahārika: realidad que se proyecta a partir de la visión dual de māyā aparece como un universo manifestado. Es relativa, cambiante, temporal. . Se trata de una visión limitada y distorsionada de la realidad.
  • Prātibhāsika: falsa reaidad, mera ilusión.

La investigación en la conciencia misma del observador da la clave de la comprensión de lo real de la única manera que no se cae en una opinión refutable: por la vivencia misma de la unidad de conciencia. Porque ante las dudas del pensamiento se puede presentar la evidencia de la constatación vivencial.

A causa de la ignorancia el Ser aparece como finito. Cuando la ignorancia se disipa,

el Ser, que no admite la diversidad de lo finito, se pone de manifiesto por sí mismo,

como el sol cuando desaparecen las nubes.

Sankara

Fuente: Consuelo Martín

Imagen: Kay Sage

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