Prema – El Amor Supremo

PREMA – EL AMOR SUPREMO

 

El ser humano, para hablar de un sentimiento excelso, dice que “ama” o que “quiere”. No obstante “sentir” ya no es lo mismo que amar o querer; admitimos incluso que “querer” no es lo mismo que “amar”. En nuestro lenguaje, como reflejo del propio mundo, los matices que posee el amor son profundamente limitados.

“Amor” es un término que simboliza muchas cosas, incluso lleva de la mano la intensidad de su opuesto, que es “odio”. La mente y nuestra cultura no están hechas para el amor místico. Están hechas para amar algo, a alguien… y ni aun así nos alcanzan las ganas ni el corazón para aferrarnos a ello, porque el sentimiento se desdibuja muy rápidamente en promesas imposibles de cumplir; “para siempre” y “eternamente” son calificativos estériles. Finalmente toda promesa se enmaraña, se banaliza hasta quedar completamente desintegrada. En lo que sí somos expertos es en “amar momentáneamente algo”, pero eso no es amor. Esa integración somera y fugaz que se tiene con algo que se ama es un sentimiento humano muy pobre y limitado.

 

PREMA – EL AMOR SUPREMO

 

El sentimiento místico

El sentimiento místico trasciende esa condición momentánea. El místico ve la integración de la “totalidad de los eventos” en Dios. Ve la Unicidad en todas las partes y todas las partes en la Unicidad. Cuando uno ama, se siente integrado con lo amado, conectado al amado por extraños hilos invisibles; aunque se esté lejos del ser amado, se siente su cercanía o el sentimiento que nos une. De igual manera, el místico es capaz de ver a Dios en las cosas y todas las cosas en Dios, pero es incapaz de ver “partes”. Esa es la gran diferencia con el amor que siente el común de los mortales.

En Occidente solo contamos con la palabra “amor” para expresar ese sentimiento excelso, ya sea entre humanos o hacia la Divinidad, mientras que en Oriente se usa el término Prema.

 

PREMA – EL AMOR SUPREMO

 

Prema

Prema suele traducirse como “amor incondicional”, aunque es mucho más que eso; para empezar, es amor no-egoísta. Es la entrega absoluta a Aquello que se ama, a todas las cosas que se pueden llegar a amar y a las que no se puede llegar a amar. Es entrega total, incondicional y absoluta a Aquello que se eligió como objeto de devoción.

La integración momentánea con lo Amado produce una exaltación profunda en quien ama. Esa exaltación producida por el Amor, no hacia una persona sino hacia todo lo existente en la naturaleza, es de una intensidad inconmensurable.

Imaginen esa integración con los más insignificantes eventos: integrarse con el viento, con el fuego, con el aire, con el agua, con los planetas, con el espacio, con el éter, con el polvo infinitesimal en una piedra, con la dureza de las rocas… integrarse con todos los eventos que suceden potencial y simultáneamente. Esa fuerza desgarradora no puede ser contenida, por eso hace gemir y hace llorar, y solo la poesía puede esbozarla sin llegar a poder describirla, porque esa forma de Amar no tiene palabras ni nombre para ser descrita.

 

PREMA – EL AMOR SUPREMO

 

Los orientales denominan Prema a esa forma de Amor supremo en donde desaparece el sentido de voluntad en quien ama y aparece, en cambio, el reconocimiento de todas las partes que integran lo Divino.

Prema es un amor esencialmente no-egoico; es el querer por el querer, querer sin voluntad, un querer donde se entrega aquello que uno es. Dios te habla y no queda más opción que obedecer Sus necesidades, Sus verdades. Es algo que cala en la piel, en los huesos, es un sentimiento que arrebata hasta un punto comparable a la embriaguez. Ese sentimiento profundo e intenso hacia lo Divino, o Prema, imbuye una profunda sed de Libertad que empieza a ser cada vez más intensa. Así, los hilos dorados del pensamiento van entretejiendo una peculiar relación con la Divinidad y ya no se puede vivir sin Ella, no se puede sentir sin Ella, no se puede respirar ni comer sin la presencia de Aquello que es tan patente y tan evidente.

 

PREMA – EL AMOR SUPREMO

 

Para alguien ajeno a tal relación, esa inexplicable comunión podría ser interpretada como una obsesión o incluso como una locura. En ocasiones, el cuerpo reacciona ante tal arrobamiento en forma de temblores o de lágrimas incontroladas. Otras veces surge un sentimiento de desesperación, de desamparo, o incluso se llama a gritos al Amado.

El sentir místico es mucho más profundo que el enamoramiento entre dos seres humanos porque es algo que acompaña en cada instante y, en los momentos más difíciles, la sensación de cercanía está siempre presente. El lazo con Aquél al que se adora permanece en todo momento.

 Prema es esa condición de lo sagrado

cuando se expresa a través del Amor.

Es la expresión que se tiene hacia el conocimiento puro.

Fuente: Sesha

Imagen: Freydoon Rassouli

Núria Batlle

Ona Daurada

 

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