
La Supraconsciencia, consciencia no local o espíritu es un tema fascinante que ha capturado la atención de numerosos investigadores y personas con curiosidad. La consciencia no es simplemente el resultado de la actividad neuronal que se da en el cerebro, sino que reside en un nivel más profundo y fundamental de la realidad.
La idea de que la consciencia es más que la actividad neuronal en el cerebro no es nueva. Desde la antigüedad, filósofos y pensadores han debatido sobre la naturaleza de la consciencia y su relación con el mundo que nos rodea.

La relación entre consciencia y física cuántica es un tema de investigación en curso que genera intensos debates. Algunos científicos han propuesto que la consciencia se genera por procesos cuánticos que tienen lugar en el interior de las células cerebrales. Además proponen que los microtúbulos, el microesqueleto de las neuronas que forman el sistema nervioso, están estructurados en un patrón fractal que permitiría que se produjeran procesos cuánticos. Los fractales son estructuras que no son ni bidimensionales ni tridimensionales, sino que tienen un valor fraccionario intermedio. Sin embargo esta conjetura ha sido muy controvertida. Si bien todavía no hay nigua respuesta definitiva, estos estudios nos podrían acercar un poco más a la comprensión de la compleja relación entre consciencia y mecánica cuántica.

Como un gran océano
Imagina que la consciencia es un gran océano. En la superficie, las olas representan la actividad neuronal del cerebro. Cada ola es única y efímera, como también lo son cada pensamiento o sensación que experimentamos. Sin embargo, aunque las olas son lo que vemos y vivimos, no son todo lo que hay en este mar inmenso.
En las profundidades de este océano hay corrientes y movimientos que no podemos ver, pero que son fundamentales para la formación de las olas en la superficie. Estas corrientes representan los procesos cuánticos, como los propuestos por Penrose y Hameroff, que podrían estar teniendo lugar en el interior de las células cerebrales.
Sin embargo, de la misma manera que el misterioso mundo que queda por debajo de la superficie del océano nos sigue ofreciendo nuevos descubrimientos, aun no tenemos todas las respuestas sobre la relación la consciencia y la mecánica cuántica. Pero hay que decir que cada nueva ola de investigación nos acerca un poco más a la comprensión del infinito océano de la consciencia.

Consciencia y Supraconscia
La consciencia nos proporciona conocimiento de nuestra existencia, de nuestras reflexiones y de nuestros actos. Permite saber en cada momento quién soy, qué pienso, qué hago y en qué entorno me muevo. En consecuencia se acompaña de autoconsciencia y reflexión sobre uno mismo.
La supraconsciencia va más allá de la consciencia ordinaria o normal; es un estado en el que percibes tu conexión con todo el universo y experimentas una sensación de unidad y totalidad. No se puede alcanzar tan solo a través del pensamiento o la reflexión, no es nada que se llegue a entender del todo a través de la lógica o la razón. En cambio se experimenta directamente a través de un profundo sentido de conexión e interrelación con todo lo que existe.
Aunque muchos aseguran que la Supraconsciencia está reservada a unos cuantos que han sido elegidos o a aquellos que han dedicado su vida a la meditación y a la práctica espiritual, no es así.
La Supraconsciencia se revela ella misma cuando nos abrimos
y nos permitimos experimentarla y vivirla.
La supraconsciencia está disponible para todos, basta que estemos dispuestos a explorarla y reconocerla.
Dr. Manuel Sans Segarra
Imagen: Georgi Matevosjan
Núria Batlle
Ona Daurada
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