Mirando el Padre Nuestro con otros ojos  

Mirando el Padre Nuestro con otros ojos

 

Las oraciones son palabras que al pronunciarlas generan las creencias del corazón y que pueden producir el milagro de cambiarnos a nosotros mismos para así cambiar nuestro mundo. Podemos pensar en las oraciones como instrucciones para la conciencia.

El Padre Nuestro es un ejemplo precioso, es una de las oraciones más poderosas que existen por la cantidad de personas que lo rezan y por su concordancia en el tiempo, hay un número inmenso de personas recitándolo en el mismo momento.

Por circunstancias diversas algunas personas recitan mantras sin saber muy bien que están diciendo, pero si lo traducen podrán comprobar que no difieren en mucho del Padre Nuestro, que nos dejó Jesús.

 

Mirando el Padre Nuestro con otros ojos

 

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.

Este grupo de afirmaciones no nos pide que hagamos nada ni que seamos nada, son frases de adoración que reconocen el poder de la fuerza a la que estamos a punto de acceder.

Inspiran en nosotros una sensación de apertura y grandeza y estos sentimientos abren la posibilidad de que nuestro corazón conecte con todo el Campo, con el Universo, con el Espíritu.

 

Mirando el Padre Nuestro con otros ojos

 

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. 

El pan nuestro de cada día representa todas y cada unas de las experiencias que necesitamos a diario para llevar a cabo nuestro aprendizaje, lo que hemos venido a aprender en esta vida.

Nos comprometemos a ser benévolos con los errores de los demás y con los propios. Nos comprometemos a perdonar y a perdonarnos.

Cuando actuamos así nos sentimos libres de tensión, sentimos que vamos por el camino correcto y nos envuelve una sensación sanadora de paz y gratitud.

Pedimos no caer en la tentación, es decir, no estar desconectado de nuestro centro, pedimos vivir con plena conciencia, pensar y actuar de acuerdo con nosotros mismos, pedimos ser, en cada instante, auténticos y estar en concordancia con lo que realmente somos. Pedimos que se nos libre de este mal.

 

Mirando el Padre Nuestro con otros ojos

 

Porque tuyo es el reino,

y el poder y la gloria,

por siempre.

Amén.

Estas afirmaciones son el cierre de nuestra oración.

Cuando declaramos que el universo está en las manos de un poder superior y nos alineamos con ese poder, se produce una liberación corporal y nos sentimos fortalecidos. La belleza del Padre Nuestro está en su tradición y en su simplicidad.

Es una oración limpia, clara y completa. 

El Padre Nuestro contiene las palabras destinadas

 a comunicar al universo los deseos de nuestros corazones.

Os dejo este bello Padre Nuestro cantado por Diana Navarro.

http://youtu.be/iDARDdLiRDw

 

Imagen: Akiane Kramarik

Mamen Lucas

Ona Daurada

 

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