La palabra sánscrita en realidad es karman y quiere decir acción, “kar” deriva de verbo hacer y “man” quiere decir mente. El karman es una de las cinco verdades esenciales de la filosofía espiritual Sánscrita.
El karman no es un castigo ni algo que tenemos que pagar, el karman es la reacción a nuestras acciones previas, por la tanto, lleva implícita la existencia de la reencarnación, si no se cree en la reencarnación el karma carece de sentido.
El alma, que es eterna, se reencarna en un cuerpo físico una y otra vez, permaneciendo en este saṁsāra (continuo fluir) hasta su total liberación es decir, hasta la iluminación.
Uno experimenta en esta vida las reacciones de sus vidas anteriores, mientras haya karma habrá encarnación.
El libre albedrío es la “pequeña” libertad que tiene el alma encarnada,
la iluminación supone la libertad,
el bien más preciado, el mayor don de Dios.
Las tres variantes del karma
karma.- Es la acción, la reacción amable, lo que hemos venido a hacer, podríamos decir el “buen karman”.
akarma.- Es la acción libre de reacciones kármicas, no podemos dejar de actuar, pero sí que estas acciones no generen karman.
vikarma.- Es el que se genera cuando realizamos acciones de actitudes desautorizadas.
Es el “mal karman”. Si haces sufrir, luego lo sufres. Cualquier acción que genere sufrimiento, burdo o sutil, a otro ser vivo crea vikarma, se trata pues de minimizar el sufrimiento de los otros seres vivos. Las almas pueden estar encarnadas en plantas, animales y seres humanos, existiendo cinco niveles de conciencia, tres en los seres humanos (el nivel de la bondad, el de la pasión y el de la ignorancia) y siendo el nivel más oscuro el de las plantas. El vikarma que se genera al causar sufrimiento a otro ser vivo depende del nivel de conciencia de ese ser.
Tipos de karman según su manifestación
prārabdha karman.- Es el karman cumplido o iniciado manifestado en esta encarnación, es el más difícil de frenar. Puede ser propicio si la persona está en el nivel de conciencia de la bondad. Si está en el nivel de la ignorancia la persona sufre en el presente las reacciones del pasado, podemos saberlo si estamos produciendo sufrimiento o no a otro ser vivo. Mediante las buenas acciones y las prácticas espirituales se puede disminuir este karman, cuanto menos egoístas sean nuestras acciones mayor será la disminución del karman.
aprārabdha karman.- El karman aún no se ha manifestado, está en estado latente, como una semilla y por lo tanto puede frenarse mediante las prácticas espirituales.
kriyamāna karman.- Es aquello que está por hacer, el futuro que estamos creando ahora mismo con nuestras acciones.
Las acciones que hacemos cada día nos habla del poder del alma para decidir nuestro karman futuro. Cuando este poder se manifiesta con toda intensidad es posible una verdadera transformación en la vida. El nivel de intensidad de la voluntad de la acción presente debe ser igual o superior al peso del karman previo. El alma debe desearlo con todas sus fuerzas.
El kriyamāna karman tiene el poder de neutralizar o aliviar el peso kármico.
Según el Upanishad se puede lograr mediante Mantras (formulas sonoras), Gemas, Ayunos o Dietas y con la Caridad o Donación. Y por supuesto conocer nuestra identidad.
¿Se pueden liberar todos los Karman?
karman fijo.- Tenemos que pasarlo casi seguro en esta vida.
karman intermedio.- Se puede liberar con kriyamāna karman.
karman no fijo.- Es leve y se puede neutralizar.
Las complejidades de la acción son muy difíciles de entender.
Por consiguiente, uno debe saber bien lo que es la acción,
lo que es la acción prohibida y lo que es la inacción.
Bhagavad Gita 4.17
Imagen: Sudhir Bangar
Mamen Lucas
Ona Daurada