De alguna manera todos deseamos cambiar, aunque estemos a gusto con nosotros mismos algo desde dentro nos lleva a superarnos a transformarnos y en última instancia a transcender.
También de alguna forma nos gustaría cambiar el mundo; nos quejamos de lo mal que funciona todo, de lo plano y poco profundo del entorno que nos rodea, de la escasa preparación de algunos profesionales, de la crisis actual, la insatisfacción laboral, los niveles de estrés…
Transformar esto, implica transformarnos nosotros y para ello debemos cambiar la forma de ver las cosas para poder actuar de forma distinta.
Si queremos hacerlo es necesario un aprendizaje y esto es duro porque implica adentrarse en lo que funciona mal, en lo que duele, en las responsabilidades, fallos o incoherencias. Sin embargo es importante hacerlo
Para acércanos a esto objetivo lo primero es generar un cambio de actitud
Frente a una situación determinada podemos comportarnos simplemente reaccionando o bien reaccionando y actuando.
El comportamiento reactivo es más primario, basado en el estimulo-respuesta, en el que las emociones como el enfado o el miedo tienen un gran protagonismo.
El hecho de actuar depende más del propósito de la persona y no tanto de la emoción del momento.
¿Qué necesitamos para cambiar de actitud?
1.- Saber lo que queremos, es decir, tener una visión clara
2.- Tener la disciplina que nos permita mantener el esfuerzo necesario para facilitar el cambio.
3.- Tener la ilusión que nos eleva la visión, nos genera confianza y nos da energía para mantener la disciplina.
4.- Aprender a gestionar el miedo al fracaso y la falta de tiempo.
5.- Y por último, la conciencia. La conciencia, nos aporta claridad para ver las cosas tal como son, saber cuales funcionan y cuales no. Nos ayuda a evaluar si estamos avanzando hacia nuestra visión o estamos entrando en el estrés.
Un cambio de actitud poderoso
Para que se produzca un cambio de actitud poderoso debemos tener en cuenta:
1.- Lo importante no es sólo el resultado sino también el proceso, de cómo se vive este camino depende el éxito final.
2.- La implicación total en el proceso, el interés y la atención constante determinan el resultado.
3.- El aprendizaje se produce desde dentro, sino se integra, sino se aprehende se vuelve a la actitud inicial.
4.- No hay una sola respuesta correcta, ni siquiera para uno mismo, evalúa y decide.
5.- Distintas posibilidades pueden funcionar, encuentra la más adecuada para ti.
6.- No hay un experto que conozca la solución, sino que la persona tiene que encontrar la solución mejor entre varias posibilidades usando su propio juicio.
Si queremos abordar un proceso de cambio
tanto para uno mismo como para nuestro entorno,
debemos observarnos y dejar de repetir patrones inconscientes
que perpetúan comportamientos ineficaces.
Imagen: Abdalieva Akzhan
Mamen Lucas
Ona Daurada