Para nutrir tu esencia y fomentar tu autoestima puedes hacer este ejercicio matinal de autoagrado. Es conveniente hacerlo una vez por semana, o al menos ocasionalmente.
Debes realizarlo antes de que tu mente comience a ocuparse de otros asuntos, sí experimentas pereza mental al principio, es preferible que te muevas un poco hasta que te sientas más despierto.
De cualquier manera hay que evitar cargar la mente con otros asuntos, en especial los negativos que derivan de la lectura del periódico o de escuchar o ver las noticias.
Resulta particularmente útil descubrir las resistencias que uno encuentra al llevar adelante este ejercicio.
Ejercicio matinal de autoagrado
Justo antes de empezar el ejercicio matinal, piensa:
“Yo me gusto”.
Siéntelo un poco, y esboza una pequeña sonrisa.
Ahora, conserva esa sonrisa en la cara a lo largo de todos los pasos del ejercicio matinal.
Recorre mentalmente todas las partes de tu cuerpo y sonríe emocionalmente a cada una de ellas, a medida que las siente.
No tienes que esforzarte demasiado o tratar de exagerar, sólo hace falta una sonrisa emocional y física suave, un agrado suave, nada demasiado sofisticado.
Muchos de nosotros nos gustamos tan poco que en realidad puede llegar a ser bastante difícil dedicar unos pocos minutos a prestar atención deliberadamente a nuestro “yo mismo” y a gustar deliberadamente de él; pero siempre existe dentro de nosotros, por lo menos un poco, y eventualmente bastante, la capacidad de gustar de sí mismo.
El desarrollo la compasión
El ejercicio matinal de autoagrado, puede ser mucho más intenso si uno se propone “querer” a su “yo mismo” en lugar de encontrar gusto en él.
Esto podría despertar una gran resistencia, de modo que es mejor optar por empezar con la última posibilidad.
Cuando uno sea capaz de querer a su “yo mismo”, se deslizará con facilidad por el camino que lleva al desarrollo de la compasión por uno mismo y por los demás.
El desarrollo de la compasión resulta esencial para poder comprender correctamente la idea de que la falsa personalidad debe morir.
En general este ejercicio, como otros muchos suelen producir sensaciones placenteras. Eso está bien, pero recordemos que el propósito consiste en despertar, en alcanzar una conciencia genuina del si mismo.
Amarse es conocerse.
Amarse es escucharse
Amarse es abrirse.
Amarse es atreverse a ser quienes somos.
Amarse es aceptarse.
Amarse es hacerse responsable de nuestra vida.
Amarse es vivir presentes y conscientes de nosotros mismos.
Estamos en este mundo para ser nosotros.
Fuente: Charles Tart
Imagen: Steve Hanks
Mamen Lucas
Ona Daurada