¿Qué nos mueve en la vida? ¿Qué nos motiva? ¿Qué nos interesa? ¿Las necesidades, los deseos, conseguir metas profesionales o personales, viajar, conocer gente? Sentirse interesado no significa lo mismo que sentirse cautivado. Sólo si nos apasionamos por algo o por alguien, sentimos y vivimos intensamente. Nos interesa alguien, nos acercamos, observamos, analizamos, decidimos conocerlo, iniciamos un diálogo, habla, escuchamos… ¿lo escuchamos? A veces este interés inicial desaparece sin que nos demos cuenta y nos encontramos pensando en otra cosa, o bien, nuestros ojos se van, impacientes, a la búsqueda de un objeto más interesante.
¿Somos superficiales en nuestros intereses?
¿Qué es mejor, tener muchos intereses superficiales o una gran pasión? No hay respuesta única. Todo tiene un precio y el peligro de las pasiones es que nos capturan y centran tanto nuestro interés y energía que, a veces, el resto del mundo y de personas no tienen cabida en nuestra vida. Se siente intensamente, se vive intensamente, se goza y se sufre también intensamente.
La superficialidad
La superficialidad, por otro lado, causa descontento y resta energía. Oímos hablar pero no escuchamos. Estamos poco atentos a las necesidades de los demás y, a veces, aún menos a las nuestras.
Vivimos superficialmente, escuchamos superficialmente y amamos superficialmente, de forma epidérmica. Nos sentimos desasosegados e insatisfechos al no profundizar en nada, y en lugar de centrarnos en el presente y disfrutar de lo que vivimos, hacemos como las abejas, vamos de flor en flor intentando nutrirnos. ¿Qué gran pasión a dejado señal en nuestra vida? ¿Interés y pasión? ¿Muchos intereses y pocas pasiones? ¿Una pasión y pocos intereses? Es un tema complejo
Tal vez, podríamos intentar apasionarnos
por vivir en cada momento
aquello que nos corresponde vivir
Fuente: J. Soler y M. Conangla
Imagen: Michael Steirnagle
Núria Batlle
Ona Daurada
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Vivir un dia a la vez, es el momento. Siempre lo fue…… hoy somos mucho mas conscientes de esto, aprendí esto cuando el dolor toco mi puerta. Pero el mundo y su locura me envolvió, nuevamente. Hoy me siento de nuevo (vibro y me toco) y puedo sentir la pasión de vivir nuevamente.
¿Quien soy hoy?, no quien fui ayer, sino quien soy hoy!!! Eso me despierta, me hace revolotear intensamente sobre esta vida.
Muchas gracias Lorena por tus bellas palabras