Plegaria de gratitud para todas las mujeres maduras y sagaces

Plegaria de gratitud para todas las mujeres maduras y sagaces

 

Clarissa Pinkola Estés es una poetisa y psicoanalista estadounidense. Fue directora del CG Jung Center en Denver y recibió su doctorado en etnología y psicología clínica, se dedica a la enseñanza y a la práctica privada de la psicología.

Se ha especializado en tradiciones orales y étnicas que casi han desaparecido. Creció en un pueblo rural de 600 habitantes cerca de los Grandes Lagos.

Es conocida como escritora por sus obras Mujeres que corren con los lobos (1993), El jardinero fiel (2003) y “La danza grandi madri” (2013)

 

Plegaria de gratitud para todas las mujeres maduras y sagaces

 

En su libro “La Danza grandi madri», Clarissa Pinkola Estés, nos explica:

Los grandes árboles nunca mueren. Amenazados por enfermedades, golpeados por el clima atmosférico, atacados por la furia del hombre, siempre tienen la fuerza, la savia y el espíritu vital necesarios para regenerarse milagrosamente y seguir alimentándose pacientemente a través de sus raíces. Grandes mujeres, grandes madres son como grandes árboles, capaces de generar nuevos brotes a los que confiar su valiosa herencia: el significado de la vida.

En todas las mujeres, pero sobre todo en la edad madura, se encuentra una fuerza subterránea e invisible que se expresa a través de intuiciones repentinas, explosiones de energía, percepciones agudas, impulsos apasionados; un impulso abrumador e inagotable que las empuja obstinadamente hacia la salvación, hacia Reconstrucción de cualquier integridad rota.

 

Plegaria de gratitud para todas las mujeres maduras y sagaces

 

Y nos deleita, en su lenguaje mágico y poético, con esta extraordinaria:

 Plegaria de Gratitud

Para todas las mujeres maduras y sagaces que están aprendiendo 
cuando es el momento justo para decir su verdad y no callar, 
o callar cuando el silencio es más fuerte que las palabras.

Para todas las mujeres que están llegando a la madurez, 
que están aprendiendo a ser gentiles cuando sería más fácil ser crueles, 
que saben poder herir cuando la situación lo reclama con un corte neto y preciso, 
que se están ejercitando a decir toda la verdad con toda piedad.

Para todas aquellas que violan las convenciones 
y estrechan la mano de los extranjeros saludándolos como si los hubieran visto crecer 
y los conocieran desde siempre…

Para todas aquellas que están aprendiendo a sacudir los huesos, 
remover las aguas, y la cama, pero también a aplacar la tempestad.

Para aquellas que custodian el aceite de las lámparas, 
que mantienen la calma en la vida cotidiana…

Para aquellas que perpetúan los rituales, 
que recuerdan como encender el fuego con un simple hilo y un sílice…

Para aquellas que recitan las antiguas plegarias, 
que recuerdan los símbolos, las formas, las palabras, las melodías, las danzas, 
y aquello que los ritos, en otro tiempo, buscaban aplacar….

Para aquellas que bendicen con frecuencia y con gusto a los demás…

Para aquellas mujeres maduras que no tienen miedo, 
o que si lo tienen, 
deciden de todos modos accionar con determinación…

 Por ellas… 

que tengan una larga vida, en fuerza y en salud

 desplegando todas las velas de su inmenso espíritu.


Imagen: Keith Mallet

Mamen Lucas

Ona Daurada

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