Podemos ejercitar nuestro cerebro y aumentar nuestra capacidad cognitiva gracias a cambios en su estructura.
Sabíamos que el cerebro es como un músculo, que si no se ejercita se atrofia. Hoy sabemos también que podemos ejercitarlo y aumentar nuestra capacidad cognitiva gracia a cambios en su estructura.
La doctora Shelley Carson nos conduce por las complejidades del cerebro humano para ofrecernos una nueva perspectiva:
“Todos poseemos aptitudes para aumentar nuestra función mental y nuestra creatividad si aprendemos a poner nuestro cerebro en distinta actitud cerebral”
Existe un cierto solapamiento entre la actitud cerebral y la función cerebral y ello se debe a que las diferentes partes del cerebro llevan a cabo funciones distintas, dependiendo de qué otras partes del cerebro estén simultáneamente activadas o desactivadas.
Las interacciones e interconexiones entre las estructuras cerebrales son muy complejas.
Actitud cerebral de Absorción
Es básicamente un estado receptivo del cerebro en el que estamos abiertos tanto a la información generada en el entrono externo (el mundo) como la procedente del entorno interno (la mente).
Es un estado conocido por los hipnotizadores, monjes budistas, practicantes del yoga y personas que meditan.
Se asocia a la mentalidad abierta, conciencia plena, trance, disociación y traspasar el umbral.
En este estado nos percatamos de la presencia de cosas nuevas, sentimos curiosidad por el mundo que nos rodea y captamos de forma imparcial, sin juzgar, información nueva. Además nos volvemos más receptivos y captamos las asociaciones entre las cosas y los problemas que intentamos resolver, accedemos a las ideas que se originan en el subconsciente.
Está definido por tres factores principales:
-La atracción por la novedad.
-El juicio de valor retardado, es decir, no juzgamos ni ideas, ni objetos, ni situaciones, ni a los demás y lo que es más importante a nosotros mismo.
-La desinhibición cognitiva, es decir, el “no poder impedir” la salida de las ideas creativas que surgen en los procesos de pensamiento inconsciente, lo que supone una mayor cantidad de información que llega a la conciencia procedente de los traseros metafóricos del cerebro.
Actitud cerebral de Visualización
Es el estado de actitud cerebral que facilita la imaginación, es pensar metafóricamente, ver con nuestro ojo mental, en ella aparecen nuevos modelos y encontramos similitud entre conceptos distintos.
Los niños, los actores y los aficionados a soñar despiertos conocen bien este estado.
Es el estado que crea lo que se conoce como “universo interior”.
Los beneficios de esta actitud son de largo alcance, los circuitos cerebrales que se utilizan para codificar y recuperar recuerdos reales pueden utilizarse también para codificar y recuperar hechos hipotéticos, que son útiles para mantenernos con los pies en el suelo, para nuestra seguridad y para crear nuestro futuro. Además nos proporciona la base neural para formarnos una imagen coherente del mundo generando, así, el sentido de identidad.
Los factores más importantes son:
-La generación de imaginería mental o pensar sin palabras, que activa las mismas partes del cerebro que las que activaría el imput sensorial real. Esta imaginería mental no sólo nos da la capacidad de ver imágenes que no estén en el entorno, sino también la capacidad de oír, oler, sentir y saborear lo que no está aquí.
-El pensamiento hipotético, el “Y si…?”, para no saber sólo cómo son las cosas, sino también cómo podrían ser esas cosas.
Nuestra capacidad de imaginar es una herramienta de supervivencia.
Actitud cerebral de Conexión
Cuando accedemos a esta actitud cerebral de conexión entramos en un estado de atención descentrado que nos permite ver las conexiones existentes entre objetos o conceptos dispersos. Somos capaces de generar múltiples soluciones a un problema en lugar de centrarnos en una única solución. Esto genera en nosotros un incremento de emociones positivas. Es lo que llamamos “pensamientos divergente”.
La habilidad de saber combinar fragmentos remotos de información para generar ideas nuevas y útiles es la esencia de la creatividad. Además esto se combina con un aumento de las emociones positivas que constituyen el incentivo y la motivación que se necesita para continuar con el proyecto creativo.
Actitud cerebral de Razonamiento
Cuando accedemos a la actitud mental de razonamiento, utilizamos conscientemente la información que tenemos en nuestra memoria de trabajo para solucionar un problema de manera lógica y secuencial. Es el estado de la planificación intencionada donde queda incluida toda la actividad mental diaria que dirigimos de forma consciente, es cuando normalmente decimos que “estamos pensando”.
Podemos usar esta actitud cerebral para generar ideas o para planificar y tomar decisiones sobre cómo ejecutar una idea.
Actitud cerebral de Evaluación
En este estado juzgamos conscientemente el valor de las ideas, conceptos, productos, conductas o individuos.
Es el “ojo crítico” de la actividad mental, nos permite realizar juicios de valor rápidos y precisos, no sólo para sintonizar con la activación de determinadas partes del cerebro, sino también para saber cuales desconectar.
Actitud cerebral de Transformación
Cuando estamos en esta actitud cerebral somos muy conscientes de nuestra persona y somos dolorosamente vulnerables. Nos sentimos insatisfechos incluso afligidos pero nos sentimos también motivados para expresar de manera creativa el dolor, las ansiedades y las esperanzas que todos compartimos como parte de la experiencia humana.
Se puede utilizar este estado para transformar energía negativa en obras de arte y grandes ejecuciones, como han demostrado numerosos escritores, artistas, músicos, actores y científicos.
Actitud cerebral de Fluidez
En la actitud cerebral de flujo, nuestros pensamientos y actos empiezan a fluir en secuencia armónica y constante, casi como si estuvieran orquestados por fuerzas externas.
Esta actitud se asocia con la producción de material creativo como las improvisaciones de jazz, la escritura narrativa, la escultura, la pintura y la revelación paso a paso de descubrimientos científicos.
Este estado es importante para vivir de forma fluida y feliz de acuerdo con cada situación e imprescindible en la fase de elaboración de un proceso creativo.
Conclusión
Somos seres creativos, creamos nuestra vida instante a instante y esta creación debe ser nuestra mejor obra. La vida lleva su curso pero el cómo la vivimos depende de nosotros.
La mejor forma de lograrlo es estar en continuo aprendizaje.
Cada persona tiene su zona de confort mental, aunque todos podemos aprender a acceder a otras zonas para aumentar la innovación en todas las ares de nuestra vida.
Fuente: Shelley CarsActitud cerebralon
Imagen: Igor Morski
Mamen Lucas
Ona Daurada
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