“Vivir en el presente”, se ha convertido en una frase hecha, casi un tópico asumido por todos, pues es obvio que ni el pasado ni el futuro existen. Resumiendo mucho, podríamos decir que el pasado está basado en la memoria y que el futuro es sólo una proyección imaginaria y; en ese sentido, lo único real es el momento presente, donde se encarnan las vivencias.
“Vivir el Presente”, significa estar presente al cien por cien con lo que se estás haciendo, es vivir en “el aquí y el ahora”, lo que en estos tiempo se conoce como Mindfulness o “atención plena” un estado, en el que uno se hace consciente de una experiencia presente y responde a esta experiencia sin juzgarla.
¿Qué es el Presente?
Según Sesha el presente es el entorno temporal donde la realidad universal existe por sí misma. El «Presente» está sosteniendo todos los acontecimientos que se suceden en «el aquí y el ahora», es decir, el Presente es sinónimo de «el aquí y del ahora», donde fluyen todos los acontecimientos que se suceden.
Lo que se sucede a cada momento ocurre siempre en un Presente irrepetible.
Cada acontecimiento que se está sucediendo florece en el Presente.
El Presente sirve de cimiento al edificio intelectivo que intenta descifrar la esencia primaria de la existencia humana.
¿Cómo es el Presente?
El Presente es en sí mismo continuo, es decir, no se aprecia en él alternatividad de su condición natural.
La cognición de cualquier Objeto del Presente se realiza sin esfuerzo volitivo por parte del Sujeto. El «yo» no requiere esfuerzo para percibir el Presente, la mente lo atrapa espontáneamente, pues sin necesidad de ser evocado aparece por sí mismo.
El Presente posee magia. Ilumina como real todo contenido que en él emerge y ofrece a los contenidos experimentados un brillo de existencia que ninguna otra circunstancia en la naturaleza puede otorgar. Cada instante de Presente contiene todas las cosas que existen; ello hace que su poder sea incalculable.
El Presente no posee límite alguno, no existe manera de delimitarlo; inclusive no existe manera de circunscribirlo. Su simpleza y complejidad se conjugan en el hecho de no necesitar definirse para experimentarlo.
El Presente fluye continuamente por doquier y participan de su condición tanto las montañas como los animales, e incluso las lejanas estrellas. No se fragmenta, su uniformidad es evidente. A nadie prefiere, su condición se reparte homogéneamente entre todos los acontecimientos que arropa.
La condición del Presente es indefinible. No hay Objeto alguno a través del cual sea posible entender su naturaleza íntima. Ni la comparación ni la inferencia ni la relación con otro ente cualquiera sirven como punto de referencia para entender su naturaleza.
El Presente es la base sobre el cual fluyen
todos los acontecimientos que se están sucediendo.
Fuente: “La Paradoja divina” – Sesha
Imagen: Federico Infante
Mamen Lucas
Ona Daurada
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