Existe un amplio espectro de prácticas para ejercitar las distintas olas de la existencia, desde la física hasta la emocional, mental y espiritual.
Ejercicios físicos, como caminar, levantamiento de pesas, Pilates, jogging, yoga, Tai-chi… Así como una alimentación adecuada.
Ejercicios emocionales, tales como Qi gong, Counseling, Psicoterapia, Gestalt…
Ejercicios mentales, como afirmaciones y visualizaciones.
Y ejercicios espirituales como la meditación o la oración contemplativa, por ejemplo.
Ámbito cultural
Sin embargo, no debemos centrarnos sólo en el ámbito del yo, sino también en los ámbitos de la cultura y de la naturaleza.
Con respecto al ámbito cultural podemos realizar algún servicio desinteresado a la comunidad, como trabajar en movimientos de ayuda a personas necesitadas, participar en el gobierno local o en centros cívicos.
Ámbito de la naturaleza
En el ámbito de la naturaleza, nos lleva a considerar la naturaleza no como una especie de mero escenario en el que tienen nuestras acciones, sino como un elemento que participa activamente en nuestra propia evolución.
Resumiendo una práctica transformadora integral debería ejercitar todas las partes básicas del ser humano –física, emocional, mental y espiritual- en los ámbitos del ego, de la cultura y de la naturaleza.
Sin olvidar que la meditación
constituye un ingrediente esencial
de cualquier práctica auténticamente integral.
Fuente: Ken Wilber
Imagen: Eva Uviedo
Mamen Lucas
Ona Daurada
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