Ejercicio de visualización para generar imagenes mentales
El objetivo de este ejercicio es aumentar la capacidad de formar imágenes mentales vividas, incluyendo imágenes visuales, auditivas, táctiles y olfativas. Este ejercicio se utiliza también para disminuir la ansiedad y centrar interiormente la atención. Es aconsejable practicarlo al menos un día a la semana durante varias semanas, incorporando más intensidad y detalles a estas “vacaciones” cada vez que se practique.
Colócate en una posición que te sea cómoda, cierra los ojos y respira tres veces profundamente, poniendo tu atención en la respiración.
Imagínate ahora que estás en un lugar en donde alguna vez hayas encontrado la relajación y la serenidad. Podría ser una playa tranquila, o un prado en la montaña, o un bosque. Imagínate ahora en este lugar de serenidad.
- ¿Qué ves a tu alrededor? Ve girando lentamente para poder ver en todas direcciones. Date cuenta de la intensidad de la luz, de los colores, de los objetos,… Imagínate la escena lo más intensamente posible.
- ¿Qué escuchas? ¿El canto de los pájaros, los gritos de las gaviotas? ¿El sonido de las olas? ¿Una cascada a lo lejos? Imagínate lo más intensamente posible los sonidos de tu lugar de serenidad.
- ¿Qué sientes? ¿El calor del sol sobre la espalda? ¿Una brisa fresca en la cara? ¿La humedad refrescante del mar? ¿La suavidad de la hierba bajo tus pies? Imagínate lo más intensamente posible las sensaciones que te provoca tu lugar de serenidad.
- ¿Qué hueles? ¿El aroma de las flores? ¿El mar? ¿La fragancia de los pinos? Imagínate lo más intensamente posible los olores de tu lugar de serenidad.
Y ahora… disfruta por un momento de este lugar de serenidad… sigue viendo, oyendo, oliendo y sintiendo su entorno. Cuando te sientas renovado, respira de nuevo profundamente y abre los ojos.
Al ir practicando este ejercicio durante varias semanas, notarás cómo aumenta la intensidad de tu imaginería mental, tu capacidad de visualización. Es probable que este ejercicio te produzca un efecto calmante y te ayude a desconectar la corriente de pensamientos o “diálogo interno”.
Ona Daurada
Imagen: Anita Zotkina
Textos relacionados: